Por Fernanda Maldonado Arellano
La política mexicana y activista Enoé Uranga, participó en la conferencia de Derechos Humanos Derechos de Paz, una reflexión metodológica desde las ciencias sociales; para impulsar los derechos humanos en el país, promoviendo la inclusión y el respeto.
Como parte de la primera sesión del seminario de Derechos Humanos y Paz, la diputada expuso la reforma al artículo primero de la Constitución Política: visión y mandato de la inclusión y la no discriminación. Reflexionando sobre el reconocimiento a la diversidad fomentando la inclusión, el goce, respeto, protección y garantizar los Derechos Humanos (DDHH); así como también la exigencia a las instituciones el visibilizar a la ciudadanía tanto a nivel mundial como a nivel nacional para la aplicación del artículo primero.
Se tocó el tema del “hembrismo”, reflexionando que los seres humanos no evolucionan de forma pareja, existiendo un sector machista del cual se busca la extinción de esta, ya que descalifica la lucha de las mujeres que busca la presencia de igualdad en todos los escenarios en los que se encuentre y privilegiarse de la misma forma que de los hombres; considerando que hay una masculinidad frágil en el sistema patriarcal. Declarando que debido a una sociedad de convivencia, buscaba romper el imaginario social contra los próvida y la unión de padres de familia para el reconocimiento de derechos, junto con académicos, intelectuales y artistas colaboraran en esta lucha.
Ejemplificó que la discriminación, la esclavitud y el feminicidio son situaciones que deben investigarse, prevenirse y sancionarse; destacando el “principio de progresividad”, es decir, que el Estado debe comprometerse a conseguir derechos y no retrocediendo. Dicho esto, Uranga aclaró que la existencia de las leyes es el regular las realidades sociales y se cumplen, aunque las políticas públicas no han podido consolidarse debido a las disputas entre los partidos políticos PAN y PRD, llegando a la emergencia del cumplimiento total y la debida aplicación de estas.
“Mostramos que la sociedad en conjunto tenía una mirada distinta en relación a esta visión fundamentalista y logramos construir un entorno social más amable… lo que no hay que perder de vista es que en este país, cuando se trata de derechos humanos, a uno no le van a regalar nada y no se lo harán sencillo, los derechos humanos se conquistan, son batallas que se dan de forma injusta… si no hay un compromiso social, los políticos tradicionales no van a hacérnosla fácil.”- concluyó Urunga ante el conservadurismo que permea en algunos lados de la sociedad mexicana.